Por años he sido enseñado acerca del servicio; pero no lo aprendi hasta que fui empujado a servir. El servicio se da cuando la persona aprende a ser humilde porque sin humildad no se puede ser un buen siervo, es por esa razón que Jesús dijo: "aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón" como dijo también que es mas grande el que sirve que el que es servido. A la mayoria de nosotros nos gusta ser servidos porque consideramos nuestra dignidad humana mayor a la de los otros y entonces en eeste concurso se nos va el tiempo y la vida; de quien es el que a servir. Todos los que hemos sido regenerados, debemos darle la debida importancia a esa regeneración, aprendiendo a servir a nuestro projimo y a aun a nuestro enemigo; servir es darnos a nosotros mismos a quien nos necesita. Recuerdo una ocasión que le dije a un hermano que si iba conmigo a la central de abastos a pedir donativos para nuestros niños, me dijo: "pastor cuando usted disponga me dice y cuente conmigo, yo estoy dispuesto y disponible; porque algunos estan dispuestos pero no disponibles" y eso es una lacerante verdad mucha gente esta dispuesta a servir; pero no disponible, siempre tienen el tiempo ocupado. Jesús nunca estaba demasiado ocupado para ayudar a la gente, cuando alguien se acercaba a El para solicitarle algo, de inmediato lo hacía. Recuerdo la ocasíón que iba a la casa de un hombre principal para sanar a su hijo, una mujer toco el manto de su vestido y fue sana, El se detuvo a platicar con la mujer y bendecirla.
Tu eres de los que sirve o de los que te gusta servirte de los demás, porque déjame decirte que hoy se ha levantado mucha gente que le gusta servirse de los demas diciendose siervos, o apóstoles para ser servidos sin demora; y si no son servidos como ellos dicen se enojan y llaman maldiciones sobre aquellos que no los sirven. Jesus quiere que sirvamos a nuestra generación con amor y presteza, la gente debe saber que somos sus hijos por el grado de servicio que ofrecemos. Así es que mi consejo es que te dejes moldear para que sear un siervo agradable a aquel que te compro con su sangre preciosa