Hace unos días estuve en una montaña llamada Grandfather, en el Norte de Carolina. Fue una experiencia maravillosa, Pues aunque de regreso mi esposa se puso un poco mala de su espalda eso no nos quito el gusto de haber subido hasta la cima de esa tremenda montaña; mientras observabamos hacia abajo, me pude imaginar a Moisés cuando subio al monte para recibir las tablas de la ley, donde estuvo con Dios por cuarenta días, cuando volvio a subir para observar la tierra, una tierra maravillosa que Dios había dado al pueblo de Israel. Que importante es estar a solas en lo alto de una montaña, esa experiencia te invita a estar a solas con Dios, a buscar su presencia. Dios busca que tu puedas tener un tiempo a solas con El, donde le puedas hablar y no exista nada que te interrumpa, nada que te distraiga. el viento enfría tu cabeza, la altura te lleva a pensar que Dios es un Dios de altura que si bien es cierto que se mueve en la bajeza de la gente, es un Dios santo que quiere que quien le busque le busque en las alturas espirituales.
Me siento contento por toda la gama de amigos que Dios va agregando a mi vida y la de mi esposa, aca en Carolina conocimos a un matrimonio ministerial compuesto por el hermano Ever y su esposa Judith Hernandez pastores de la iglesia Ministerio internacional Cristo para las naciones. Unos lindos hermanos como todos los que Dios ha puesto en mi efimera vida. Dios les bendiga pastores Hernandez y que pronto Dios les ayude a superar cualquier problema, nosotros estaremos orando por ustedes para que Dios les prospere
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