Esta mañana Dios comenzó a tratar conmigo acerca de la seguridad por la que tanto clamamos los Mexicanos, queremos vivir en libertad, y con seguridad, volver a salir por estas calles tan llenas de recuerdos, en las que había robos pero no tan descarados e impunes como ahora; todos los que vivimos en esta ciudad tan sobrepoblada deseamos seguridad, hace algunos meses se llevó a cabo una impresionante marcha para exigir al gobierno que abata la delincuencia; porque al hijo de un magnate lo mataron, y como rico exigió y la gente se movilizo, no así si hubiera sido el hijo de algun proletario que viaja en un microbus quien a diario sufre la incertidumbre de que no se suban estos cobardes delincuentes quienes con armas en las manos amagan impunemente sin importar que ese proletario a ido a dejar toda una carga de energía a su trabajo para llevar el alimento a su familia, esos que son asesinados no cuentan; pero, mi intención no es politizar este blog, mas bien hablar de la raíz que ha generado todo este gran problema.
El problema radica en el abandono de los niños que entre los diez y veinte años comienzan una carrera de conocimiento social, en cuyo derredor se amontonan personas con la seguridad que a ellos si les van a hacer caso, y los inducen al delito, a la drogadicción y trafico de estupefacientes y armas, porque saben que son un mercado muy productivo, saben estos rufianes que esos niños se van a arriezgar a asaltar a un grupo de trabajadoras personas empuñando un arma, sin pensar en jalar del gatillo a la primera reacción de resistencia, como este blog es leido por cristianos, (y uno que otro despistado delincuente cibernetico que gusta de enviar virus porque no tiene algo que lo haga sentir satisfecho, mas que dañar al projimo), a ellos quiero dirigirme para que al leer reflexionene y lo comenten con sus pastores que toda la genesis de la delincuencia esta en los niños que son caldo de cultivo para el mal; estos niños que oscilan entre los diez y veinte años son la población mas descuidada; en toda la sociedad; pero mayormente en la iglesia, el tiempo de estos diez años marca el rumbo de toda una generación, que puede ser la generación de la destrucción, o la generación de la esperanza, ¿Que estamos haciendo con estos seres que van de los diez a los veinte años? ¿Que calidad de vida y de atención tienen en la iglesia? en un proximo artículo les seguire hablando en como podemos convertir a nuestros niños en la generación de la esperanza
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