Esta es la segunda entrega acerca de la familia, si una familia esta sana, la sociedad por consecuencia sería una sociedad sana; pero como la familia se ha enfermado, obviamente la sociedad está enferma, a gran parte de la familia le hace falta disciplina, la disciplina es una practica odiada, desechada por la mayoría de los seres humanos. hace varios años recuerdo que hasta los locutores, se preocupaban por la disciplina, había uno que a las diez de la noche en punto decía: "son las diez de la noche, ¿sabe usted donde están sus hijos?" hoy día los locutores defienden la promiscuidad en nombre de la libertad; hoy día los padres ya son dominados por los hijos, todo por la falta de disciplina, si en la escuela va un joven que vive bajo la disciplina de sus padres aún, es un joven mal visto, es objeto de burla y de constantes ataque por parte de sus compañeros y de algunos maestros, que lo empujan tanto, hasta que este explota en contra de sus padres que son calificados como sátrapas tiranos que no entiende a la juventud.
hoy la indisciplina es una virtud para muchos, la arenga es: vive como quieras, haz lo que quieras, no hagas mas caso a tus odiosos padres que quieren vivir como vivían en su siglo, parece que no comprenden que las cosas han cambiado; pero, ¿Quién ha cambiado las buenas costumbres? Los anarquistas, los intelectualoides, los que quieren ver a la sociedad mundial destruida por la falta de valores y disciplina.
Al menos en mi ciudad, la gente es muy indisciplinada, demostrandolo en cosas tan simples. Por ejemplo el sistema de transporte llamado Metro que marca entradas y salidas, que no se debe vender productos en los vagones, la gente hace todo lo contrario, entra por donde se sale, y sale por donde se entra, y esto lo consideran una azaña, se sienten realizados rompiendo lo dispuesto.
la disciplina se aprende en el hogar, no en la escuela, es enseñada por los padres con un ejemplo vivo, con un amor verdadero que se respira en todo el hogar, que si se dispone algo en la casa, se esfuerce en que sea cumplido, si hay que castigar, hay que castigar, si hay que premiar, hay que premiar, son los padres los que deben proteger a los hijos de los ataques de los depredadores de la moral. usted cuenta con cinco años de vida de un niño para enseñarle la disciplina, claro que esto requiere mucho tiempo y atención. si usted en ese tiempo no le enseña disciplina a ese niño, cuando llega a los seis, tiene que entrar a la escuela y veraotros modales, otros niños con educaión muy diferente a la suya; pero si usted blinda a sus hijos con este gran valor, ellos serán una gran bendición para nuestro país, y no una carga como lo son muchos que por la falta de disciplina le custan una millonada al erario de nuestro país. practiquemos la disciplina.
