domingo, 16 de septiembre de 2007

EL TRABAJO PASTORAL

Pastor; es el nombre que fácilmente se asignan los que logran conjuntar a un grupo de personas en torno a su persona, de la manera que sea, sacandolos de alguna iglesia o trabajando a diario con esas personas; pero cuya responsabilidad es muy grande pues ser pastor no solo consiste en hablar y exigir la preeminencia entre ese grupo de personas, ser pastor es tener la responsabilidad de las almas de esas personas, a quienes hay que alimentar con el pan del cielo y para eso se necesita tener una plena comunión con Dios, hacer la labor de un verdadero pastor, buscando pastos verdes, saludables y reconfortantes para los feligreses, no solamente en la lectura sino en la humillación ante aquel que nos ha llamado, en el sufrimiento del desierto, haciendo a un lado la arena que cubre las verdades del Evangelio de Jesucristo, esto necesita trabajo, sudor, lagrimas y mal pasadas de todos los días, yo se que esto lo saben todos los que ejercen este ministerio (bueno, eso creo), con el cual Dios nos ha distinguido.
es por eso que el trabajo pastoral es el que Dios asigna, y no el que el mismo hombre lo hace, existen personas que se dan el título cuando no lo merecen, esto es que han causado dolor a algún consiervo, robándole almas que por andar descuidadas en su vida espiritual son fácil presa de esos que tienen la cualidad de fascinar a los inconstantes para llevarselos tras ellos, para después acusar a aquel consiervo de ignorante, facil, impositivo, exigente y toda una retahila de epítetos que esos pobres e inconstantes se los creen. Esas personas que se dicen pastores después de haber hecho eso, son dignos de conmiseración. por esa razón el apóstol Pablo aconsejaba a no edificar en el fundamento de otro, sino trabajar desde el mismo principio raspándose las rodillas, secando las glandulas lagrimaes, sintiéndo que la nuca estalla de tanto buscarle tema a un pasaje Biblíco, sentir angustia por lo que se va a decir y que no dañe a la congregación, sintiendo pena por la gente cuya necesidad mas grande es su necesidad espiritual. es por eso que el apóstol Pedro aconseja que cuidemos de la grey no como teniendo señorio sobre esas almas propiedad de Dios, sino, siendo ejmplo de ellos.
ese es el trabajo, muy bien remunerado por cierto cuando se hace con toda responsabilidad, con la mayor humildad que podámos tener ante Dios y esas personas, no calificandolos de gatos como un pastor tenía la costumbre de decir cuando por su flojera o descuido su congregación se había disminuido, decía es que en mi iglesia tengo solo cuatro gatos, entonces ese hombre no es pastor, es gatero. cuidemos nuestro trabajo que es algo muy grande y muy noble pues proviene de Dios y es El, el que al final habrá de recompensar.

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