miércoles, 14 de abril de 2010
DE NUEVA CUENTA AQUI
Estaba parado viéndo como un perro se había atorado entre unas ramas, chillaba de desesperación al no poder soltarse, luego comenzó a gruñir enojado; pero no dejaba de insistir en soltarse, de pronto se quedo quieto mirando a las ramas, siguío en su trabajo de soltarse, hasta que encogió las patas traseras, poniéndolas sobre el tronco de las ramas impulsandose hacia arriba, sacó una parte de su cuerpo: pero seguía atorado, hasta que al fin, volvió a apoyar sus patas en el tronco y con mas fuerzas se impulsó, logrando safarse de su trampa. Todo esto me hizo pensar en que a veces por una u otra razón, dejamos de esforzarnos en hacer las cosas, en seguir con una vida apartada de todo pecado y nos atoramos, muchos dicen ya para que, mientras otros comienzan a porfiar para no quedarse en donde se atoraron. Con cuanta razón Jesús dijo: "Desde los dias de Juan el Bautista, al reino de los cielos se hace fuerza, y solo los valientes lo arrebatan", no se en que estado te encuentres, a lo mejor estas atorado en un pecado, un deseo malsano, una decepción, un enojo o amargura, y sientes que te hundes, sientes que el cielo se te viene encima, es tiempo de esforzarte, de luchar por salir de ese atolladero, la principal ayuda con la que cuentas es la de Dios; pero, se que a veces sientes que el no te oye, entonces mi consejo es que recurras a tu pastor o a un consejero espiritual con toda confianza cuentale tu problema, ese será el primer paso de salida del atolladero, sin pensar en que si te va a exhibir o no con los demás, que si es chismoso o no, tu cuenta tu problema, eso será una descarga, y despues viene el poder sanador del Espíritu Santo que teayudará a ponerte de pie. ¡L U C H A!
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