La mitad del mes de octubre y la mitad de noviembre, Dios me permitió viajar a Florida donde estuve predicando por todo ese tiempo, compartiendo con las iglesias que amablemente abrieron sus puertas para un humilde siervo de Dios quien hizo uso de sus cátedras sagradas para compartir las bendiciones que Dios ha puesto en mi corazón, a todos ellos les quiero agradecer su amabilidad y amor cristiano y oro porque Dios les bendiga, entre ellos a mi hermano Primitivo Arteaga, un tremendo amigo de Bartow, al hermano Marcelo Hernandez de Dade City, al hermano Juan Medero de Eloise, al hermano Heriberto Juarez de Solfo, al hno. Pedro Gonzalez de Wachula, al Hno. Nehemias de Whimama, entre otros siervos de Dios que ire agradeciendo uno a uno, que Dios les colme de bendiciones y espero tener otra oportunidad de visitarles para seguir compartiendo lo que Dios ponga en mi corazón
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