jueves, 26 de febrero de 2009

AMENAZAS CONTRA EL MATRIMONIO












El matrimonio es una de las instituciones que mas ha sufrido últimamente; pues debido al orgullo personal de cada miembro de la pareja, el indice de divorcios se elevo tanto que lo mas fácil ahora es vivir en unión libre, con la libertad de que si no se entiende, puede rehacer su relación por otro lado y no ha pasado nada, socialmente no hay problema, con Dios menos; pues como el hombre ha echado a Dios de su noticia, Dios también lo ha abandonado a que haga lo que mejor se le venga en gana, ya no mas obra en su conciencia, así es que no hay nada que detenga la constante de la humanidad; pues hasta en la modernidad de los tiempos y no queriendo quedar atras un país de otro, han legalizado los matrimonios homosexuales, cual es el problema, si es su preferencia sexual, según dicen estos depravados, arguyen que el amor no se sujeta a fronteras sexuales, si dos hombres se aman; pues que se casen, si dos mujeres se aman, pues que se casen, si en los países de mas avance lo están haciendo; ¿Por que en los países pobres y faltos de educación no se ha de hacer? además todos los días luchan por no ser discriminados, buscan mas espacios que mansamente les son dados en los medio masivos de comunicación, esos medios que día a día mediatizan a la sociedad, la ultrajan, la burlan, esos medios les dan grandes espacios para que hablen de sus perversiones. ¿Donde esta la constancia del matrimonio? ¿donde su santidad? ya ha pasado a la historia; desgraciadamente estas corrientes se estan filtrando en la iglesia; pues hoy muchos miembros de la iglesia se han divorciado, y muchos ministros defienden esta decisión, ora si que como dice el dicho: cuando veas las barbas de tu vecino caer, echa las tuyas a remojar, o hay que curarse en salud, que tal si algún día me toca llegar a esa situación, no quiero que lo que hablo me caiga encima, es por eso que muchos ministros apoyan y defienden el divorcio, en lugar de luchar, de orar, de ayudar a esos matrimonios que estan en degracia, los apoyan para que se divorcien. Dios no quiere que te divorcies, es tiempo de que si te encuentras en conflicto con tu esposa o con tu esposo, platiquen, oren juntos, pidan a Dios paciencia del uno para el otro, si un día se juntaron fue para perdurar y perpetuar las generaciones en una familia sana y bien equilibrada. No permitas que tu matrimonio y con ello tu familia se derrumbe; recurre a Dios y El te ayudará.

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