"Si alguno habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete; pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la iglesia y que hable para sí y para Dios. Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen. Pero si a otro que está sentado le es revelado algo, el primero calle. Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados. Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos."
1a. Corintios 14:27-33
La profecia es un discurso de inspiración divina para reprobar algo malo, para consolar en la aflicción, para revelar cosas ocultas o predecir eventos futuros. La Biblia enseña que este don no es para guiar a los cristianos, ni para tener autoridad sobre el paastor, sino para edificar, consolar y exhortar (1a. Cor. 14:3); ahora analicemos algunas de sus caracteristicas
> Debe ejercitarse conforme a la medida de la fe. Rom. 12:6 es bueno hacer una aclaración al respecto, conforme a la medida de la fe, no del profeta, sino de la congregación de los santos para que estos crezcan y agradezcan a Dios su cuidado. Dios puede utilizarnos en cualquier momento, por lo que debemos estar dispuestos a dejarnos usar por el Espíritu Santo para comunicar el mensaje de Dios.
> Debe ser para la edificación, exhortación y consolación (1a. Cor. 13:3). No debe utilizarse para atemorizar ni manipular a los santos, sino para edificarlos, exhortarlos y consolarlos.
> Debe estar de acuerdo a lo que enseña la Biblia 2a. Ped. 1:19-21. La profecia nunca debe expresar nada que contradiga a lo que la Palabra de Dios dice sino habla de acuerdo a lo que esta en ella escrito, con esto tambien debemos tener cuidado: porque un falso profeta puede tomar algún pasaje de la Biblia, disfrazarlo y decir que Dios le hablo para que profetice (en esto debe haber tambien discernimiento de los santos)
> La profecia llegara a su final ya que se llegara el momento glorioso en que tendremos un cuerpo glorificado y volveremos a la completa presencia de Dios como Adan que vivía en la presencia cotidiana de Dios sin haber nada que interrumpiera esa relación 1a. Cor. 13:8.
> Cuando en la Iglesia existen profetas verdaderos, deben hablar en turno ante los santos (1a. Cor. 14:27-29) recordando en todo momento que el espíritu de profecia esta sujeto al profeta (1a. Cor. 14:32)
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