Todos los días pienso en la situación de mi amado país, y aunque quiero quitar el dedo del renglón no puedo pues creo firmemente que la Iglesia tiene gran parte de culpa pues la gran mayoría de creyentes se han tornado religiosos y gustan de que sus oídos sean acariciados por un buen sermón los domingos, un sermón que les pegue en lo mas profundo; pero no hay cambio, como que no entendemos la voluntad del Padre, como que la comisión que nos dejo nuestro Salvador se ha olvidado por lo que los que tenemos la oportunidad de escribir escribimos sesudos libros de técnicas para evangelizar, siendo que este trabajo es tan sencillo ya que lo único que tiene que hacer cada santo es someterse a la voluntad del Espíritu Santo; en cambio hoy queremos someter al Espíritu Santo a nuestra voluntad, queremos que nos haga hablar otras lenguas, que nos haga apóstoles, profetas, que nos de poder de sanar enfermos y tantas otras cosas cuando lo que pide Dios es obediencia, santidad, amor y pasión, mucha pasión.
Cada santo debe darle sentido a su vida en Cristo luego, luego que ha nacido, cada pastor debe tener el cuidado de poner a trabajar a los nuevos santos bajo su pastoral cuidado, disciplina, y amor. Pastores es hora de despertar al trabajo, la tierra esta sufriendo mucho por la sangre que se esta derramando sobre ella por hombres malos y sin compasión quienes en su afán de las ganancias nos les importa la vida humana, lo único que les importa es las ganancias económicas, aunque a decir verdad muchos malos hombres se han introducido en la iglesia con cosas novedosas que los santos quieren porque son fascinados por las artes de los nuevos Simones que no tienen compasión, entonces los santos andan en busca de esos Simones porque sus pastores se han estancado en sus costumbres ancestrales sin amor que solo causan perjuicios al reino de los cielos que Jesús estableció ya en esta tierra. Vamos a la lucha frontal en contra de nuestro enemigo gigante engañoso
